He de reconocer que el motivo que me llevó a leer este libro fue su título y mi gran interés hacia los lobos. Es mi animal favorito y todo lo que tiene ver con ellos me entusiasma así que el libro captó mi atención desde el primer momento.
El Pacto de los Lobos no podría haber sido un título más claro. Gran parte de la historia gira alrededor de dicho pacto, que obliga a lobos y humanos a mantenerse alejado unos de otros para asegurar su propia integridad.
Sin duda, una de las facetas en las que el libro hace mayor hincapié es en la avaricia del ser humano. Nuestro afán de inconformismo que muchas veces nos lleva al desastre.
Uno de los puntos fuertes del libro es que la historia está narrada desde la piel de una loba, Kaala, que nos cuenta todo acerca de su manada y la relación con otros clanes del valle. Es un personaje carismático y valiente. Además, ese toque “original” de contar las cosas desde el punto de vista del animal es algo que me hizo muchísimo más amena la lectura.
Otro de los personajes que más supieron captar mi atención fue Risa, una de las líderes de la manada de Kaala. Su manera de defender a los cachorros incluso en situaciones muy complejas y la manera de desenvolverse a medida que avanza la trama hizo que le cogiera cierto cariño a este personaje.
Gracias al libro aprendí varios datos acerca de los lobos que no conocía, como por ejemplo que son capaces de regurgitar la comida para alimentar a los cachorros, igual que las aves.
El libro, en mi opinión, es muy bueno y cautivador en todos los aspectos, de principio a fin. Si tuviera que decir un fallo es que forma parte de una trilogía y, desgraciadamente, a causa de las pocas ventas de su primera parte (el que trato en la reseña) las dos partes restantes no llegaron a ser traducidas a nuestro idioma.
Aún así, recomiendo a todos aquellos amantes de los libros con cierto toque de ficción o aquellos que tengan cierta pasión hacia los animales que no dejen pasar la oportunidad de leer este libro. No dejéis que formar parte de una trilogía os eche para atrás, a pesar de ser la primera entrega, merece la pena leerlo.
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